jueves, 18 de diciembre de 2008

Correspondencias: ontología, poesía y política










Uno de los meritos fundamentales de Deleuze, consiste en haber condensado en un mismo ejercicio ontología y política (Deleuze no Nietzsche, este no hace ontología). Veamos el siguiente fragmento de “diferencia y repetición”:

¿Qué es lo que se explica aquí, mas allá del concepto de univocidad expuesto en el texto anterior (caso-Deleuze)? A mi parecer, aquí se expone el momento fundamental, donde la actividad ontologia, esto es precisar al ser en tanto ser, a la univocidad como tal (recordemos que para el “nunca hubo mas que una proposición ontologica: el Ser es univoco”), deviene necesariamente político. ¿Qué entendemos por politico? Aquí, daremos una definición muy simple, lo político es el conjunto de determinaciones que constituyen el espacio donde se desplegara la vida. Esto significa que, la política es esencialmente política de los limites, en el doble sentido de limite, de hecho (los cercados de los campos, los limites nacionales, las propiedades, etc) y de derecho (limites conceptuales, cercado de ideas, limites de la razón, etc).
Volvamos al fragmento, la idea central es que, para que la univocidad del ser se muestre en todo su esplendor, es necesario el eterno retorno, como proceso de selección y afirmación, selección de aquello que traspasa los limites de lo grande y lo pequeño. Este pasar el limite, no es mas que la Hybris, la diferencia individuante que surca la univocidad del ser en toda su extencion como grados intensivos de esta. Entonces este procedimiento ontologico del eterno retorno, no es mas que una ruptura y reasignación de limites, pues la Hybris es el limite, como máximo o maximización de la intensidad o potencialidad, es el limite desplazado-desplazante, limite en constante ampliación.

Ya es evidente la identificación; para lograr la ontología del ser univoco es necesario la política de los limites. La filosofía tradicional, puede pensar una metafísica y una política, solo porque a operado una política de los limites, que precede y funda a estas dos. Y justamente lo que se funda es la fundamental diyuncion de el pensar y el actuar, basamento insoslayable para conceptualizar a la política y la metafísica separadas; el pensamiento así determinado, no puede sino pensar, en el mejor de los casos una relación de determinavilidad de una hacia otra (como lo hace Lukacs, en el sentido en el que piensa el pensar como residuo, como excremento del actuar). Si el corte se ha hecho, es para mantener a las identidades quietas, sedentarias, en agenciamientos ya diseñados, que pueden llamarse conceptos, o mas precisamente categorías. La potencia de afirmación del simulacro, no es mas que preferir el disfraz a lo que disfraza, seguir las actuaciones infinitas (actuar como un trasio, que actúa ser un hoplita, que actúa ser su lanza, que actúa los halitos de las cavernas….), gustar del devenir puro, mas precisamente del devenir Monstruo, del romper los linajes y repetir siempre lo Mismo. Pues la filosofía de Deleuze nunca significo otra cosa que reivindicar la dignidad del monstruo.
Volviendo al caso, la identidad entre ontología y política la llamaremos arte de los limites. Este arte, podría llamarse también pensamiento, si sustrayéndonos del pensamiento categórico, asintimos que pensar no es más que la Hybris, algo que se hace con todo el ser, en su esencial arrastre, ¡exacto! Pensar: arrastrar al ser, en el devenir forzado, hasta que, cuando por fin todo se diga en único y mismo sentido, lograr la identidad entre pensamiento y ser.

Por eso el arte de los limites, actúa políticamente, como teatro de la crueldad:







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pensé entoz en un teatro de la
Crueldad que dance y vocifere
Para
abortar viseras
Y terminar con todos los microbios
Y en la anatomía sin
fisuras del hombre
Donde todo lo que está resquebrajado se aborto
Hacer
que reine la salud sin dios.





Pero también pasivamente, en tanto que es el esenciar abrirse a la univocidad del ser:

Stable trésor, temple simple à Minerve,
Masse de calme, et visible réserve,
Eau sourcilleuse, Oeil qui gardes en toi
Tant de sommeil sous une voile de flamme,
O mon silence! . . . Édifice dans l'ame,
Mais comble d'or aux mille tuiles, Toit!

Temple du Temps, qu'un seul soupir résume,
À ce point pur je monte et m'accoutume,
Tout entouré de mon regard marin;



Et comme aux dieux mon offrande suprême,
La scintillation sereine sème
Sur l'altitude un dédain souverain.








En un comentario en http://filosofiadeladucha.blogspot.com/ decíamos: el dilema es el siguiente: Si queremos que algo Acontezca deberíamos entregarnos al silencio, o al ser en tanto tal (que es mas o menos lo mismo), pero si queremos hacer surgir algo debemos hablar hasta agotar todo lo decible, como decía Pindalo "¡Oh alma mía!, no aspires a la vida inmortal, pero agota toda la extensión de lo posible". Ahora nos parece este un falso dilema, pues el arte de los limites como pensamiento (condensación de la maquina-Artaud con la maquina-Mallarme, o a mi gusto, la maquina-Valery), no es sino la labor activa-destructiva/pasiva-receptiva del pensar como indentico al ser univoco.






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1. Los fragmentos citados son de "pour en finir avec le jugement de dieu" y "Le cimetière marin" en ese orden.



2. Me disculpo por presentarles el fragmento del poema de artaud en castellano, pero no lo tengo bilingue.



3. El problema de Nietszche y su aporte o no a la filosofia en general y a la de Deleuze en particular, sera tratado mas adelante.



martes, 16 de diciembre de 2008

caso-deleuze
















La filosofía de Gilles Deleuze está anclada sobre movimientos, velocidades y cambios continuos de percepción. Es una filosofía de flujos, fugas y territorios (geofilosofía). No hay “objetos” de estudio ni un sujeto del enunciado (mucho menos un sujeto cognoscente o trascendental). Todo el edificio conceptual deleuziano trata sobre el agencement (agenciamiento, conexión) entre elementos heterogéneos de una multiplicidad (una anarquía epistemológica) que se interconectan a través de asociaciones diversas. Los conceptos que inventa Deleuze están configurados por este molde madre (los dispositivos). Desde el rizoma al devenir-animal, desde la cartografía a la hecceidad, todos tienen esta marca de la determinación del “entre”, del espacio vacío, del instante en que se pasa de la potencia al acto; en esto, la mirada es semejante a la de Jacques Derrida. En el prólogo a la edición norteamericana de Diálogos, dice Deleuze: “Lo que cuenta en una multiplicidad no son los términos o los elementos sino lo que hay entre, el between, un conjunto de relaciones inseparables unas de otras. Toda multiplicidad crece por el medio, como una brizna de hierba o un rizoma”.

Esto es el comienzo de un articulo publicado en el diario perfil, escrito por el licenciado en filosofía Luís Diego Fernández (cuyo divertido bolg recomiendo visear, http://www.ldflounge.blogspot.com/ ); y lo traigo a propósito de tratar someramente algunos elementos de la filosofía de Deleuze.

De esto, ya se a hablado al paso en el primer post, pero sin la profundidad que amerita, esa es la razón de lo siguiente:

El articulo que consta de una estupidez y posiblemente una falta de lectura fundamental, me parece igualmente muy representativo, ya que expresa algo así como el resumen oficial, o los puntos claves según una interpretación canónica de Deleuze. Artículos mas extensos y prolijos, pero en esencia idénticos, aparecen en las contratapas y prólogos a la mayoría de los libros del autor. Incluso un diagrama de influencias oficiales, de lineamientos y alianzas, con enemigos bien marcados; quiero decir que, ya se sabe todo de Deleuze.
Así parece que más o menos podemos resumir su filosofía en estos términos.

Anti-platonismo
multiplicidad abierta
creación de conceptos
inmanencia de lo múltiple/ trascendencia de un sujeto y un objeto
rizomas
construcciones locales sobre espacios topológicos
nomadismo

Incluso se llega a decir que Deleuze es el filosofo de lo múltiple, de lo no totalizado, de lo siempre abierto, y que todo su esfuerzo conceptual esta, justamente en como pensar lo múltiple.
Creemos que esto no es así.

Es cierto que Deleuze realiza un esfuerzo supremo por abolir todo el andamiaje categórico con el que hasta el momento había pensado la filosofía. La suya amerita un esfuerzo casi físico, una tensión muscular de fibras, para salir por completo de toda una tradición tan añeja y institucionalizada en la filosofía, cuyas reminiscencias se encuentran por todas partes en su Historia: esto es, el Platonismo. Debemos pensar a este último, no como el sistema de Platon, sino como todo un andamiaje teórico-conceptual, desde el cual se parte a la hora de pensar, incluso Platon parece ser el primer anti-platonista. Esto nos muestra que el platonismo no es una filosofía particular, la de Platon, sino una forma de pensar, y después de heidegger, pensar solo significa pensar el ser. Aquí entra a consideración el problema fundamental y fundamentalmente excluido por sus interpretaciones habituales; a saber el problema del ser. Pues, inscribiéndose en el linaje mas prodigioso de la filosofía, la empresa deleuziana es la de pensar el ser.

Volvamos al platonismo. La famosa descripción de este sistema se encuentra en el apéndice de la “Lógica del sentido”, y dice centencialmente: el platonismo es el sistema de lo Mismo y la copia.
¿que quiere decir con esto?, nada muy complejo, solo que el platonismo (según su condición socio-histórica, de darse en la apertura democrática de Atenas; esto es, en su problema determinado) es un sistema creado para distinguir, las buenas copias de las malas copias (los simulacros); siendo estos últimos las imposturas y disfraces, las mascaras sobre mascaras, es decir lo que no se deja pensar como regido por lo Mismo. Lo Mismo, no es mas que algo que solo es algo y nada mas, o sea un concepto puro, abstracto, por ejemplo un perro que solo fuese perro (es decir que no fuese un perro ahí, un perro de tal tamaño, de tal color, etc). El modelo de lo Mismo, como tal, es la referencia pura, con la cual se comparan los particulares, este es un buen perro si se asemeja al perro sin más, al modelo de perro.
De esta manera tenemos un sistema, un ordenamiento del ser, en el cual (mas allá de los nombres que puede adoptar, pues no solo se habla de este sistema de los Mismo y lo semejante en el Platonismo, sino también, a propósito de las generalidades, el régimen proposicional del lenguaje, el modelo divino, etc), todo lo que se presenta se determina según un modelo, un Mismo, una identidad pura que rige sobre los semejantes, los que se adecuan a el, y destruye y excluye a los simulacros, los que no pueden identificarse que son justamente la pura falta de identidad, como dijimos, puro disfraz, pura mascara.

Este sistema, no es más que el de la representación. Y lo que funda no es más que una división en el seno del ser, estableciendo formas de ser, que no son más que categorías, pues el sistema de la representación no es más que el pensamiento categórico. Así se genera la disección en el seno del ser, pues lo que es, es ora lo que se representa (lo Mismo), ora representación (lo semejante). Esta división del ser es intolerable para Deleuze, pues su pensar, no es mas que el esfuerzo supremo de pensar el ser en si mismo, en su univocidad total. Deleuze dice, "todo lo que se dice, se dice en un único sentido". No puede haber, sectorización en el ser, este es univoco.
Siguiendo esta premisa de la univocidad total del ser, Deleuze no puede atenerse nunca a las categorías con las cuales pensaba la filosofía, debe sustraerse a este pensar según categorías. En este ejercicio es que encuentra esta corriente subterránea del pensamiento, tanto en filosofía (los estoicos, Duns Escoto, Hume, Spinoza, Leibnis, Nietszche, etc.) como en el arte (Bacom, Proust, Kafka, Mallarme, Godard, Carrolw, etc).
Por eso decimos de la categoría de lo múltiple, tanto como la de lo uno que son insuficientes para pensar el ser, por lo que deben ser desterradas. Para esto Deleuze funda una nueva forma de pensar la relación, uno-múltiple, esta es la coextencividad. En efecto, en el sistema deleuziano, lo múltiple y lo uno deben ser pensados como coextensivos, en el sentido en el que lo uno, multiplica constantemente al ser, pero lo produce como modos o formas abstractas de si. De esta manera se rompe la trascendencia fundamental que existía en estos conceptos, y se arriba al plano de la inmanencia. El ser como uno, es solo la producción inmanente de lo múltiple de sus modos, los simulacros.
De aquí la concepción vitalista de Deleuze, pues el ser uno solo es pensable como la producción vital de sus simulaciones o disfraces. Podemos resumir entonces que lo fundamental de la filosofía de Deleuze en la siguiente proposición: lo univoco (el ser-uno) se expresa en lo equivoco (los simulacros), en tanto que, lo expresado en esta equivocidad es solo la univocidad del ser-uno. Bajo condición de que se considere el expresar en su carácter demiúrgico.
Bajo esta premisa podemos interpretar, todos los aspectos de la filosofía de Deleuze. Algunos pueden ser:

1) Las singularidades impersonales: Si nos colocamos en el pensamiento del ser como puro ser, ya no podemos pensar según el sujeto y el objeto, porque esto es recaer en las categorizaciones de la representación, es por ello que esta potencia del ser, esta virtualidad, solo se expresa si desterramos las nociones de sujeto y objeto, y nos atenemos a las multiplicidades, a las singularidades. Solo estas, expresan como su reverso, la potencia que los crea como modo parcial de si. Por otra parte esta multiplicidad de singularidades pre-personales, debe ser pensada como multiplicidad abierta, como intotalizable y dispersa, so pena de recaer en la división categórica de lo uno y lo múltiple en su función representativa-trascendente. Solo lo múltiple puro y singular, puede expresar la pura potencia del ser.

2)El vitalismo: Podríamos decir, que la filosofía de Henri Bergson es la que mas a influenciado a Deleuze, sobre todo en la concepción del vitalismo. Pues el ser como uno, en su potencia creadora, debe ser pensado como vida impersonal e inorgánica, como potencia vital. Es por eso que la muerte expresa claramente el sentido de la filosofía de Deleuze, la muerte del sujeto, es solo su esencial abrirse a la vida verdadera.

3) Virtual y actual: Estos son quizás los conceptos mas importantes que crea Deleuze para pensar la inmanencia del ser. Lo virtual, en resumidas cuentas, se determina como la potencia creadora, la fuerza diferencial, que se actualiza en su modos, los simulacros, "lo virtual es el Ser mismo del ente (del actual) o incluso el ente como Ser, ya que el ente es, solo una modalidad del Uno y el Uno es producción viva de sus modos" dice Badiou en su "Deleuze". De este modo las formas de lo virtual y lo actual, son solo las dos caras necesarias para expresar al ser, según su potencia vital impersonal (lo virtual) según el producto o el modo parcial, que solo es una expresion del ser como uno ( lo actual)

4) Los casos: Sin embargo, la única forma de poder remontarse a esta vida impersonal que atraviesa todo lo ente, es en base a una despersonalización total. Filosofar, como forma de pensar, es esencialmente un abrirse y dejarse atravesar. Pero esto solo puede darse en base a un fundamental ser-forzado, no es algo que se de sin mas, solo por pensarlo. Este esencial ser-forzado acontece en tanto que, un caso particular, nos "de a pensar" pero lo que este caso nos da a pensar, no es nunca si mismo, sino que nos arrastra por toda la potencia del ser, desde el caso a la pura virtualidad, y de esta nuevamente a el caso, según la perspectiva del ser que lo funda como modo o forma abstracta. El caso no vale por si, sino que vale, en tanto nos pueda arrastrar con el, nos pueda forzar y destruir nuestra identidad. Según esto, la supuesta variedad de casos particulares, en toda su heterogeneidad, no es más que una excusa; los casos son múltiples, pero ellos no importan, sino lo que dan a pensar.
Por ejemplo, dado un fragmento de "diferencia y repetición": la repetición es, en verdad, lo que se disfraza a medida que se constituye, lo que no se constituye mas que disfrazándose". Si pensamos según el caso, solo nos da una información particular sobre la forma de ser de la repetición, esto es su esencial ocultarse en lo que se repite; pero si nos atenemos a lo que nos da a pensar, encontramos que aquí se exhibe con claridad que el ser como uno, no se constituye mas que en la producción viva de sus modos, o actualidades que lo recubren. Desde este punto de vista al ser se lo puede llamar de modos muy diversos, instancia paradójica, repetición cinética, Acontecimiento, eterno retorno, etc. Pero todos estos conceptos no son sino la expresión de algo que se repite en ellos, lo que ellos nos entregan al pensamiento, desde puntos de vista diversos que agregan sutilezas y matices y ayudan a construir al Único Concepto de Deleuze.

Para profundizar en el tema, recomiendo la lectura de el libro "Deleuze, el clamor del ser" de Alain Badiou que fue el inspirador de este texto. También sobre él, "Órganos sin cuerpos" de Slajov Zizek.

martes, 9 de diciembre de 2008

caso-hegel



Hegel es sin duda, un personaje olvidado por toda una operación académica y editorial, sin ir más lejos uno de sus libros cabales "La ciencia de la lógica" es casi imposible de conseguir. Es que su pensamiento totalitarista parece anticuado o desajustado a lo inherentemente democrático de la época en la que vivimos. Es imposible pensar el todo de manera absoluta, en la época del "materialismo democrático", para usar palabras de Badiou. Pero hay algo esencialmente oscuro y perverso en la filosofía (o mejor en la sofia) hegeliana, que resulta particularmente cautivador y hermoso. Creo que el pensamiento de Hegel se inscribe en el devenir absoluto de la mas alta expresión de la filosofía; a si mismo me parece que posee una vigencia total: en la era democrática, el pensamiento totalitarista, en la era de la modestia, la soberbia inconmensurable, en la era de lo fortuito, la teleología, en la era de la critica a las verdades, la verdad absoluta que se sustenta a si misma.
Por este carácter completamente revolucionario, y por su belleza y perversión inherentes, me gustaría resaltar algunos aspectos productivos, para todo pensar filosófico, desde la aventura conceptual hegeliana.
1. La verdad absoluta y el espíritu: Creo que en el fondo de todo pensar autentico se allá la empresa de una despersonalización absoluta, esto es, dejar de ser sí mismo el que piensa y escribe, para ser solo un nexo con el ser en su despliegue autentico, no ya autor, sino nuevamente medium, espacio de apertura fundamental, en el caso hegeliano al espíritu. No es Hegel quien nos habla, sino de esa manera tan parmenidea, es el espíritu mismo que se culmina a si mismo (se vuelve por fin autoconciente) en la escritura. Por eso mismo esta, no es un hecho fortuito, sino la apertura autoconciente del espíritu por si mismo, en este movimiento la "persona-autor-hegel" a desaparecido.
Filosofar, siempre a sido eso, la aventura acética y auto lacerante, voluntad de desaparecer, dejarse llevar allí donde la hybris lo exija. Hegel entendía esto a la perfección, incluso sabia de la identidad constitutiva de la muerte con el pensamiento; pensar, es justamente una carrera hacia la muerte impersonal. Esta impersonalidad en Hegel se muestra como el Espíritu, esto es, la totalidad como lo uno autoconciente y autosuficiente, que a abandonado todas sus figuras representativas. Recordemos la dialéctica del amo y del esclavo, el hombre solo es hombre cuando de forma esencialmente histérica desea el deseo del otro, esto es el reconocimiento necesario para la conciencia de si (esto se logra mediante la lucha a muerte).
Así, podemos deducir la primera de las enseñanzas de Hegel, filosofar, es una aventura de entrega absoluta al espíritu, en tanto este constituye al ser como autoconciente, esto es no filosofamos para decir algo nuevo, o incluso verdadero, sino por y para el ser.

2.La soberbia e intolerancia: solo se puede filosofar, según lo que establecimos que esto era, desde la soberbia. Esto es, en contra de las posturas de que la filosofía, es un ejercicio tolerante y un debate basado en la buena voluntad, creemos que, el convencimiento de hablar por la verdad, soberbia fundamental, es la condición de esta apertura fundamental que es la filosofía.
La intolerancia, constituye una pieza fundamental del ejercicio sapiente, ya que marca el piso de excelencia de la disciplina filosófica, el dejar hablar al ser, es una practica elitista, densa y extremadamente exigente, por lo tanto solo el intolerante, se pone en posición de dar el salto del (en palabras de Hegel) entendimiento al Pensamiento. El primero es la forma espiritual mas baja, que constituye un olvido, o un ocultamiento fundamental del Espíritu (parafraseando a Heidegger). En todo caso si el entendimiento posee alguna gloria, es solo la etapa parcial y superable, del trancito de la certeza sensible (el "esto existe") asía el pensamiento.
Segunda conclusión: Filosofar, por ser un ejercicio especialmente exigente y severo posee como bisectriz en su recorrido a la intolerancia y la soberbia, las cuales le garantizan la excelencia y el ascetismo.
3.El pensar histórico y el concepto: "El tiempo es el ser-ahi (dasein) del concepto", analicemos esto, ¿que tan necesaria es la negatividad en el pensamiento hegeliano? El concepto seria aquí la pura afirmación del ser, una positividad en su estado puro. ¿Que implica el ser-ahi? es un transito total, la pura afirmación conceptual debe construir el lugar de despliegue de su forma mas pura, el espíritu, recordemos que "la historia es el desarrollo del espíritu en el tiempo". Eso significa que el espíritu, que es desde un primer momento, planificación de su despliegue, creador del espacio temporal, para poder existir como múltiple, pues al "ser como uno" para ser efectivamente "uno-todo" le falta inmiscuirse de lo múltiple, por eso el espíritu en tanto le es constitutiva la historicidad, es lo uno que se multiplica, o lo múltiple que expresa solo lo uno, en tanto "estado parcial" del espíritu, pero en el que se inmiscuye de tal forma que se presenta como todo ( recordemos el caso preferencial que ilustra esto, en el que la conciencia llega a percibir el espíritu, pero al percibirlo como instancia trascendente en-si, todavía se encuentra en el pensamiento de lo particular). En esto nos oponemos a a la interpretación (completamente genial y reveladora) de Kojeve que tanto influencio a la llamada "escuela postestructuralista francesa", lo esencial en la filosofía de Hegel no es la negatividad, motor del espíritu, sino el movimiento esencialmente positivo en el que lo uno, para ser el todo se apropia de lo múltiple y constituye un ser-uno todo, que se sustrae a los conceptos de lo múltiple y lo uno ya que los supera y contiene. Esto nos dice que el sistema de Hegel se puede sintetizar:

uno (lo que se presenta)+multile (lo que se opera)= uno todo ( superación conceptual, no trascendente)

Pero a esto le falta algún elemento que garantice, que la operación de lo múltiple no sustituirá a lo uno, o lo que es lo mismo, que lo múltiple operado se mostrara como lo uno presentado. Este elemento a de ser la historia universal, en tanto realizada, ya que ella es solo el despliegue o trancito de sus modos parciales, pero expresa la instancia del espíritu como absoluto. Así pensando esta distinción o complementariedad de lo que "se es" y lo que se "expresa", logramos encontrar el elemento que garantiza la permanecía de lo uno en lo múltiple y viceversa.
Por esto la noción de espíritu no expresa ni a uno ni a otro, es un salto conceptual.

reformulando:

Espíritu Absoluto= ser en tanto uno (presentación)+Historia universal realizada+ ser múltiple (operación)

A diferencia de lo pensado por Heidegger, y contra palabras textuales del mismo Hegel, pensamos que el concepto de tiempo en este pensador, no puede ser definido por el instante y su sucesión. Si consideramos el instante como lo parcial a priori, nos olvidamos de que el tiempo (al ser el ser ahí del concepto) es primeramente superficie de lo uno, en la cual surge la división. El tiempo es apriori unidad.
4.(ultimo) guerra, maldad y oscuridad: Hegel, hace triunfar al mal, en todos los casos de la historia, donde este se opone al bien. También declara un elemento fundamental para el proceso de la historia a la guerra, propone que es necesaria para que el individuo abandone sus intereses en pos del estado. Pero la expresión mas Hermosa es la que señala, contra toda la tradición, iluminista, y luminosa de la conciencia y el saber, que el estado de realización y autoconciencia del espíritu es la noche de este. La idea de finalización que metaforiza la noche, es ambigua, hay algo de lo oscuro, que es esencial.
Mal, oscuridad, muerte, parece que hay algo de demoníaco en la filosofía de Hegel, algo oscurantista y esotérico, ¿no sera que el ser malvado es una caracteristica propia a el filosofo?
Si esto se aclara con la concepción lacaniana de sádico, ser instrumento del Gran Dios perverso, acuar por una instancia superior. Si nos atenemos a lo dicho sobre la des-personalización y la entrega acética, ¿no es la condicion de sadico inerente a el filosofo?, solo hay que quitar la idea de Dios Perverso, por la de "Necesidad de el Espíritu" y ya tendremos que el filosofo es esencialmente sadico.
Resumiendo: Némesis de el materialismo democrático, el filosofo, es totalitario, elitista, malvado y sadico.


P.D: el lenguaje utilizado remite a Badiou, por ser este enormemente certero y agudo, y a Deleuze, en la búsqueda de continuidades ocultas entre el y Hegel (lo cual remite a Zizek). Esto queda dicho para no ser plagiador (en el sentido usual de la palabra).

Para profundizar en el tema ver www.masfresa.com

domingo, 7 de diciembre de 2008

Stalin and the Valderramas como configuración local de verdad


Invertir a Deleuze: proceso de inversión del platonismo invertido. Según la concepción inmanentista de Deleuze (fundada en una ontología de lo Uno) la potencia del ser se despliega como multiplicidad abierta, o lo que es lo mismo, el ser debe ser pensado como lo Uno como productor de los múltiples en tanto estos son sus formas o sus modos ergo la potencia de lo múltiple es la actualización de lo actual. En esos términos se presenta la tentativa deleuzina de sustraerse al reino omnímodo de las categorías que destruyen la concepción unitaria del ser: el ser es esto el ser es aquello. Aquello que no es "un" ser no es un "ser". Esta reciprocidad coextensiva de lo uno y lo múltiple es fundamentalmente inconsistente: la experiencia ontológica nos muestra que ora aquello que se "presenta" es esencialmente múltiple ora "aquello" que se presenta es esencialmente uno. Por lo tanto si aquello que se presenta se determina esencialmente como múltiple, y contrariamente, al pensar aquello que se presenta como uno lo múltiple no es, ineluctablemente lo que se presenta es lo múltiple.
"En suma: lo múltiple es el régimen de la presentación; lo uno es, respecto de ella, un resultado operatorio; el ser es aquello que (se) presenta, no siendo, por ese hecho, ni uno (pues solo la presentación es pertinente para la cuenta-por-uno), ni múltiple (lo múltiple es solamente el régimen de la presentación)."
Conclusión: la necesidad de lo múltiple en tanto múltiple puro nos instiga y obliga a repensar la "logica interna de los mundos" según las cuales (o la cual) es factible que Stalin sea un miembro de Illia Kuryaki and the Valderramas (o situación), a su vez, como sujeto post-acontecimiental que forma parte de una configuración parcial de verdad.