miércoles, 18 de febrero de 2009

De los problemas, las preguntas, las respuestas y las demostraciones

¿Las preguntas acaso merecen ser demostradas? En este punto es evidente que no, el preguntar, es anterior al demostrar, pero también, las preguntas, en su propio ser son de una naturaleza muy distinta que las demostraciones. Por línea general, ateniéndose al buen sentido y el sentido común ("todos saben que","como es de esperarse", etc) se cree que el saber, culmina cuando se puede demostrar las respuestas a las preguntas planteadas. Según este razonamiento, que todos conocemos, me pregunto "¿de que color será la bicicleta del vecino?", planteo la hipótesis "creo que es roja" miro al vecino en bicicleta y veo que es roja, entonces pienso "mi proposición era verdadera, tengo la respuesta a la pregunta que me he planteado, por lo tanto esta ya no tiene sentido". Es muy fácil ver, también, como todos sabemos, que una respuesta puede ser más o menos verdadera, según la pregunta que nos planteemos; en efecto, el que bien pregunta, obtiene la buena respuesta. Pero en todo estos ordenes hay algo de ridículo, de simple y entupido, por una parte, pensar que la verdad esta del lado de las demostraciones, por la otra concebir la pregunta según un no-saber ("yo no se, por eso pregunto"). Según este esquema, se parte de un no saber absoluto (la pregunta), se pasa a un saber especular (la hipótesis) y se llega a un saber completo (la demostración). Se piensa también, que el saber "esta ahí afuera", es decir, que la demostración preexiste en una realidad objetiva por fuera de la pregunta. En suma, se piensan tantas cosas que cuando digo “yo se”, mi se es Se; o mejor, cuando digo "yo se" es el se el que me sabe.
Como ya expusimos, las respuestas son de un espesor ontológico casi impenetrable, es en el preguntar, que bullen los entes, que devienen larvas espaciotemporales, para ser finalmente actuales; las preguntas siempre son del Ser, es el mismo Ser el que es esencialmente problemático, y los entes son sus soluciones locales, y parciales, que se funden en el inmenso flujo virtual del Ser que las reapropia constantemente. Las respuestas, no son otra cosa que el testimonio de que una pregunta nunca puede ser respuesta, porque es siempre ontológica.
Heidegger siempre insitito en la importancia de la pregunta que interroga por el Ser, sin embargo nunca le dio respuesta, porque al Ser, solo se lo aprehende en tanto problemático. El trancito de lo ontico a lo ontológico, esta en dejar de concebir la esencia y verdad del Ser en forma de respuestas, que siempre lo identifican con la sumatoria o la esencia de los entes (o sea las respuestas); y pasar a un pensamiento de lo problemático, que sea correlativo al problematizar del Ser, y en el limite que se funda con él. Devenir la potencia imperativa, la afirmación plana del azar en la pregunta, es lo único a lo cual se puede llamar pensar. Pensar, la imposibilidad de poder pensar, llegar al Ser que es desde esta perspectiva su propio retiro, su propio ocultamiento en sus respuestas (=entes). Pensar lo único que "da que pensar", lo que no puede no ser sino pensado, lo que debe con urgencia ser pensado, y sin embargo, no puede ser pensado.

En suma, como respuesta a Walter L. Doti: NO hay demostración porque esta solo explica en verdad, una porción muy limitada y poco importante del ser y se diferencia por naturaleza del preguntar; demostrar seria una traición a lo antes expuesto, y si hay un porque si detrás de todo esto, es un ¿por que si? como afirmación pura de la positividad del preguntar. Si su buena voluntad de pensar, no le deja salir de los esquemas de las demostraciones lógicas y científicas, verdaderamente, lo sentimos por usted, pero sepa que el buen sentido esta de su lado; que esta del lado de los demasiados. Si usted puede decir "yo se", "yo demuestro lo que digo", etc; nosotros no podemos decir sino “¿¡(no) se!? O ¿¡(no) al se!?”

domingo, 8 de febrero de 2009

Hay algo fundamental en la pregunta por el ser. No es que se espere alguna respuesta, ésta siempre esta por venir (o porvenir); solo es que se h-abre el espacio coextencibo para que el ser de lo preguntado emerja por su propia apertura o ?-ser. La ontología atañe a lo que se abre en el preguntar, mas a lo que se responda. En todo caso la respuesta es una creación de la pregunta, Deleuze marco muy bien esta preeminencia de los problemas, que nunca pueden ser confundidos con un estadio transitorio de no-saber. El único saber verdadero es el ?-saber. El preguntar y problematizar son constitutivos de la Idea. La Idea es lo problemático puro

Proposición: La única ontología capaz de preguntar verdaderamente por el ser, es la metafísica estructuralista
Demostración: En efecto, si es en la Idea donde brota el preguntar y problematizar, y solo una metafísica puede dar cuentas de una Idea, siendo ésta en su preguntar y problematizar, una estructura genética de Una multiplicidad: el estructuralismo metafísico es el único capaz de pensar la idea en su preguntar y problematizar; perspectiva única para pensar el Ser (o el devenir-igual del Ser y el pensamiento)
La idea es metafísica en dos aspectos:
1. En su carácter histórico, brota al pensamiento junto con ésta y es inseparable del desarrollo de los grandes metafísicos.
2. En su sentidoliteral, en tanto y en cuanto estemos de acuerdo con que, en el pensamiento representativo, o de imagen, se calca las categorías trascendentales de lo empírico.

Esto es lo que nos muestra en forma ejemplar y única corto póstumo de Isidore Isou, Toute la mémoire du monde, donde utiliza el disociamiento entre imagen y sonido como superficie universal de diferencia, donde acontecen singularidades-preguntas, que como tiradas de dados (imperativos del azar). Estos elementos singulares son justamente la serie heterogenia de tomas aparentemente arbitrarias, pero que participan de una coherencia fundamental, que muestra la obra como Idea.

Les dejo el link del corto aqui