Hegel es sin duda, un personaje olvidado por toda una operación académica y editorial, sin ir más lejos uno de sus libros cabales "La ciencia de la lógica" es casi imposible de conseguir. Es que su pensamiento totalitarista parece anticuado o desajustado a lo inherentemente democrático de la época en la que vivimos. Es imposible pensar el todo de manera absoluta, en la época del "materialismo democrático", para usar palabras de Badiou. Pero hay algo esencialmente oscuro y perverso en la filosofía (o mejor en la sofia) hegeliana, que resulta particularmente cautivador y hermoso. Creo que el pensamiento de Hegel se inscribe en el devenir absoluto de la mas alta expresión de la filosofía; a si mismo me parece que posee una vigencia total: en la era democrática, el pensamiento totalitarista, en la era de la modestia, la soberbia inconmensurable, en la era de lo fortuito, la teleología, en la era de la critica a las verdades, la verdad absoluta que se sustenta a si misma.
Por este carácter completamente revolucionario, y por su belleza y perversión inherentes, me gustaría resaltar algunos aspectos productivos, para todo pensar filosófico, desde la aventura conceptual hegeliana.
1. La verdad absoluta y el espíritu: Creo que en el fondo de todo pensar autentico se allá la empresa de una despersonalización absoluta, esto es, dejar de ser sí mismo el que piensa y escribe, para ser solo un nexo con el ser en su despliegue autentico, no ya autor, sino nuevamente medium, espacio de apertura fundamental, en el caso hegeliano al espíritu. No es Hegel quien nos habla, sino de esa manera tan parmenidea, es el espíritu mismo que se culmina a si mismo (se vuelve por fin autoconciente) en la escritura. Por eso mismo esta, no es un hecho fortuito, sino la apertura autoconciente del espíritu por si mismo, en este movimiento la "persona-autor-hegel" a desaparecido.
Filosofar, siempre a sido eso, la aventura acética y auto lacerante, voluntad de desaparecer, dejarse llevar allí donde la hybris lo exija. Hegel entendía esto a la perfección, incluso sabia de la identidad constitutiva de la muerte con el pensamiento; pensar, es justamente una carrera hacia la muerte impersonal. Esta impersonalidad en Hegel se muestra como el Espíritu, esto es, la totalidad como lo uno autoconciente y autosuficiente, que a abandonado todas sus figuras representativas. Recordemos la dialéctica del amo y del esclavo, el hombre solo es hombre cuando de forma esencialmente histérica desea el deseo del otro, esto es el reconocimiento necesario para la conciencia de si (esto se logra mediante la lucha a muerte).
Así, podemos deducir la primera de las enseñanzas de Hegel, filosofar, es una aventura de entrega absoluta al espíritu, en tanto este constituye al ser como autoconciente, esto es no filosofamos para decir algo nuevo, o incluso verdadero, sino por y para el ser.
2.La soberbia e intolerancia: solo se puede filosofar, según lo que establecimos que esto era, desde la soberbia. Esto es, en contra de las posturas de que la filosofía, es un ejercicio tolerante y un debate basado en la buena voluntad, creemos que, el convencimiento de hablar por la verdad, soberbia fundamental, es la condición de esta apertura fundamental que es la filosofía.
La intolerancia, constituye una pieza fundamental del ejercicio sapiente, ya que marca el piso de excelencia de la disciplina filosófica, el dejar hablar al ser, es una practica elitista, densa y extremadamente exigente, por lo tanto solo el intolerante, se pone en posición de dar el salto del (en palabras de Hegel) entendimiento al Pensamiento. El primero es la forma espiritual mas baja, que constituye un olvido, o un ocultamiento fundamental del Espíritu (parafraseando a Heidegger). En todo caso si el entendimiento posee alguna gloria, es solo la etapa parcial y superable, del trancito de la certeza sensible (el "esto existe") asía el pensamiento.
Segunda conclusión: Filosofar, por ser un ejercicio especialmente exigente y severo posee como bisectriz en su recorrido a la intolerancia y la soberbia, las cuales le garantizan la excelencia y el ascetismo.
3.El pensar histórico y el concepto: "El tiempo es el ser-ahi (dasein) del concepto", analicemos esto, ¿que tan necesaria es la negatividad en el pensamiento hegeliano? El concepto seria aquí la pura afirmación del ser, una positividad en su estado puro. ¿Que implica el ser-ahi? es un transito total, la pura afirmación conceptual debe construir el lugar de despliegue de su forma mas pura, el espíritu, recordemos que "la historia es el desarrollo del espíritu en el tiempo". Eso significa que el espíritu, que es desde un primer momento, planificación de su despliegue, creador del espacio temporal, para poder existir como múltiple, pues al "ser como uno" para ser efectivamente "uno-todo" le falta inmiscuirse de lo múltiple, por eso el espíritu en tanto le es constitutiva la historicidad, es lo uno que se multiplica, o lo múltiple que expresa solo lo uno, en tanto "estado parcial" del espíritu, pero en el que se inmiscuye de tal forma que se presenta como todo ( recordemos el caso preferencial que ilustra esto, en el que la conciencia llega a percibir el espíritu, pero al percibirlo como instancia trascendente en-si, todavía se encuentra en el pensamiento de lo particular). En esto nos oponemos a a la interpretación (completamente genial y reveladora) de Kojeve que tanto influencio a la llamada "escuela postestructuralista francesa", lo esencial en la filosofía de Hegel no es la negatividad, motor del espíritu, sino el movimiento esencialmente positivo en el que lo uno, para ser el todo se apropia de lo múltiple y constituye un ser-uno todo, que se sustrae a los conceptos de lo múltiple y lo uno ya que los supera y contiene. Esto nos dice que el sistema de Hegel se puede sintetizar:
uno (lo que se presenta)+multile (lo que se opera)= uno todo ( superación conceptual, no trascendente)
Pero a esto le falta algún elemento que garantice, que la operación de lo múltiple no sustituirá a lo uno, o lo que es lo mismo, que lo múltiple operado se mostrara como lo uno presentado. Este elemento a de ser la historia universal, en tanto realizada, ya que ella es solo el despliegue o trancito de sus modos parciales, pero expresa la instancia del espíritu como absoluto. Así pensando esta distinción o complementariedad de lo que "se es" y lo que se "expresa", logramos encontrar el elemento que garantiza la permanecía de lo uno en lo múltiple y viceversa.
Por esto la noción de espíritu no expresa ni a uno ni a otro, es un salto conceptual.
reformulando:
Espíritu Absoluto= ser en tanto uno (presentación)+Historia universal realizada+ ser múltiple (operación)
A diferencia de lo pensado por Heidegger, y contra palabras textuales del mismo Hegel, pensamos que el concepto de tiempo en este pensador, no puede ser definido por el instante y su sucesión. Si consideramos el instante como lo parcial a priori, nos olvidamos de que el tiempo (al ser el ser ahí del concepto) es primeramente superficie de lo uno, en la cual surge la división. El tiempo es apriori unidad.
4.(ultimo) guerra, maldad y oscuridad: Hegel, hace triunfar al mal, en todos los casos de la historia, donde este se opone al bien. También declara un elemento fundamental para el proceso de la historia a la guerra, propone que es necesaria para que el individuo abandone sus intereses en pos del estado. Pero la expresión mas Hermosa es la que señala, contra toda la tradición, iluminista, y luminosa de la conciencia y el saber, que el estado de realización y autoconciencia del espíritu es la noche de este. La idea de finalización que metaforiza la noche, es ambigua, hay algo de lo oscuro, que es esencial.
Mal, oscuridad, muerte, parece que hay algo de demoníaco en la filosofía de Hegel, algo oscurantista y esotérico, ¿no sera que el ser malvado es una caracteristica propia a el filosofo?
Si esto se aclara con la concepción lacaniana de sádico, ser instrumento del Gran Dios perverso, acuar por una instancia superior. Si nos atenemos a lo dicho sobre la des-personalización y la entrega acética, ¿no es la condicion de sadico inerente a el filosofo?, solo hay que quitar la idea de Dios Perverso, por la de "Necesidad de el Espíritu" y ya tendremos que el filosofo es esencialmente sadico.
Resumiendo: Némesis de el materialismo democrático, el filosofo, es totalitario, elitista, malvado y sadico.
P.D: el lenguaje utilizado remite a Badiou, por ser este enormemente certero y agudo, y a Deleuze, en la búsqueda de continuidades ocultas entre el y Hegel (lo cual remite a Zizek). Esto queda dicho para no ser plagiador (en el sentido usual de la palabra).
Para profundizar en el tema ver www.masfresa.com
6 comentarios:
le agradesco a todo aquel que alla terminado el largo texto, y les agradeseria mucho, comentarios criticos.
saludos
En principio solo tengo elogios, desde la imagen "matricial" que me parece estupenda y representativa hasta el hecho de animarse con el hueso duro de la filosofío.
Ahora bien, yendo directamente al texto y a Hegel me permito disentir en algunos aspectos. Por un lado, creo que la búsqueda de certezas hegelianas post Kant es realmente loable. Construye un rígido sistema y piensa el Todo con un lenguaje que muchas veces le escapa a la perspicuidad. Por el otro, me permitiré disentir con las interpretaciones de las que se hace eco, no creo que Hegel haya sido particularmente perverso, lo veo más como una consecuencia de su coyuntura histórica y del lugar en el que decidió (o pudo) ponerse. La filosofía hegeliana a mi entender tiene su mayor defecto en su carácter justificativo de lo real más que en sus propias propuestas. Este año hice un seminario sobre los Principios de la Filosofía del Derecho y encontré un Hegel que jamás hubiera imaginado, particularmente cuando define nociones como "persona".
Por tanto, no creo que la malignidad sea propia del filósofo o del filosofar sino que muchas veces, quizás demasiadas, los filósofos usan su arte retórica y sus capacidades gnoseológicas para justificar a sus padrinos políticos y para poder subsistir. Imaginemos un herrero, en tiempos de paz se dedica a construir bellas artesanías en metal, en tiempos de guerra no logra más que vivir de hacer espadas y hachas.
Un abrazo
Yo disfruté mucho el texto. A pesar de la atracción que ejerce en mí Hegel, por razones que no vienen al caso contar, apenas y lo he leído. Sin embargo, creo pertinente una anotación sobre la perversidad (sobre todo después de leer el comentario de Luc):
Decir que "gana" el malo, es suponer una escala valorativa. Desde la perspectiva de una escala valorativa particular, evidentemente gana el "malo" para el afectado. Pero una vez trascendido lo particular ¿qué sentido tiene decir que ganan los perversos, sí en lo absoluto no hay escala, más allá de la de la necesidad histórica?
Un placer leer tan hermoso texto:
desde méxico, la esponjita neoplatónica
Respecto de "el filosofo, es totalitario, elitista, malvado y sadico":
--Quizás ni tan necesario decir "filósofo". Los cuatro adjetivos pueden aplicarse, con mayor o menor grado, a cualquier sujeto (persona) con un sentido de autosuficiencia superior a la media. O de ignorancia con una buena dosis de prepotencia. Ni tan siquiera se necesita de filosofía para asumir tal postura.
--Y, sí, el filósofo es todo cuanto mencionas, aunque no me atrevo a considerar, en sí, tales comportamientos como una expresión del "absoluto hegeliano". Si nos precede la razón, en tanto elaboración histórica, Hegel fue síntesis de ciertas abstracciones a las que él sumó las propia. Por ende, ¿es hegeliano lo hegeliano? ¿Es el filósofo "los cuatro adjetivos" o lo es nada más por su condición de ser social y organismo inteligente?
No voy a ser yo quien se meta a discutir sobre un tipo al que nunca leí, pero voto positivo al humor en medio de tanta idea seria.
Me parece perfecto que sus libros no se consigan. Despues de todo, somos tan democráticos que abolimos la posibilidad de pensadores libres. Monopolio de las ideas por medio de la industria editorial. Democracia, cómo no.
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