jueves, 1 de enero de 2009

kant y el sujeto


¿Que es esencialmente lo que Kant toma de Hume? La posibilidad de un campo de experiencia que se sitúa entre el objeto y el sujeto, y la posibilidad de que este ultimo no sea sino un apéndice de este campo. En efecto, si algo diferencia al cartesianismo del empirismo es la concepción de sujeto; el cogito cartesiano es el sujeto activo y trascendente por antonomasia, del cual será heredero el sujeto trascendental hursserliano y el para-si sartreano. Lo esencial en este sujeto, es que es el principio y fundamento de la determinación, como actividad de determinación, tanto de su mismo ser indeterminado como del ser exterior. El cogito, como actividad fundante determina esencialmente la res; no la funda en su ser, pero la determina a ser res cogitans. De esta manera tenemos un sujeto que es acción de fundación como determinación. Por otra parte esta misma determinación es la que funda al objeto, el sujeto es esa autotracendencia, que lo arroja fuera de si al objeto. en descartes, será necesario dios, pero esto no cambia nada, pues dios no es mas que el sujeto absoluto, el sujeto que se funda a si mismo, pero no como determinación sobre un ser indeterminado, sino como creatio ex nihilo. De todas maneras la determinación de la cosa es siempre extrínseca a esta, y le viene de un sujeto, sea este perfecto (dios) o imperfecto (el hombre), siendo este sujeto una determinación previa. Fundar un sujeto, como determinación de lo indeterminado, para que este funde un objeto, como exterioridad determinable distinta de el; esta es la operación del cogito.
Todo el problema de la critica de la razón pura podría pensarse según esta perspectiva. Entendemos que el problema aquí, según lo determina el famoso giro coperniquiano, es pensar como el sujeto determina un campo de experiencia propio (el campo de la experiencia posible) distinto al ser de la cosa (el noumeno) que permanece incognoscible. De tal forma, la tarea será constar los principios trascendentales (apriorísticos) que determinan este campo, y como se articulan a diversos niveles. Este conocimiento trascendental, en ultima instancia seria el conocimiento de las determinaciones a priori que ejerce el sujeto al objeto, en tanto el primero funda al segundo como campo de la experiencia posible para el. Kant es entonces heredero del cogito cartesiano. Creemos que esto es mentira.
El empirismo propone un sujeto que no es determinación activa, sino contemplación pasiva de la determinación. En el sujeto humeano no hay actividad determinante, sino que las determinaciones puras son contraídas, formando series, que no son mas que los hábitos. Es por habito que dada una serie del tipo AB,AB,AB,AB,A.... podemos inferir que luego de A vendrá B. La contracción del habito no es mas que la síntesis imaginaria de todos los casos repetidos en un sujeto que contempla. Resaltamos "en" porque este refiere, al carácter pasivo, a que la síntesis se hace dentro del sujeto pero no por el sujeto. Todo el problema de estas síntesis pasivas y su esencial relación con el presente vivo en el tiempo la aborda Deleuze en el capitulo "La diferencia para-si" en "Diferencia y repetición", pero no es el problema que nos incube. Lo esencial de esto es que en Hume, el sujeto no funda la determinación, es a posteriori y posee una función accesoria, es una función mas de un campo que no funda.
El error a la hora de pensar el problema de la critica, que lo trascendental es esencialmente propiedad de un sujeto. ¿Que pasaría si, pensáramos el campo de la experiencia posible como un campo a-subjetivo y autónomo? Se dirá que Kant resuelve el problema de atar todas las proposiciones a un "yo pienso", pero se yerra si se cree que este yo pienso es o remite a un sujeto trascendental unitario. Todas las proposiciones deben estar acompañadas por el yo pienso, pero este yo pienso es distinto para cada proposición, es un elemento accesorio a esta, y no un principio de unidad trascendente; cada proposición entonces tiene su propio yo. Este yo no es mas que el elemento sintético, que asegura la síntesis de una categoría, puesto que todas las categorías son una relación entre elementos distintos, no solo las de relación ( por ejemplo la realidad, es una síntesis necesaria de la posibilidad con el hecho, como elementos distintos). Así vemos que el sujeto, como yo no es mas que un elemento accesorio de síntesis, un lugar en el cual se realiza esta síntesis. Se funda pues un plano donde la determinación no parte de un sujeto, sino que parte de una afirmación pura de multiplicidades bajo ciertas condiciones trascendentales. Los principios trascendentes, son solo los limites, que marcan los parámetros bajo los cuales deben afirmarse estas multiplicidades. Son las reglas de juego. El yo no opera en primer lugar síntesis alguna sobre la multiplicidad de la determinación, sino sobre una parte ya accesoria de lo trascendental. Como fundamento de las categorías, el yo es solo el principio de síntesis de los elementos que las constituyen. Estos son elementos abstractos, que tampoco determinan al múltiple bruto de la presentación, sino que también lo enmarcan y delimitan externamente. La determinación cualitativa intrínseca nunca le escapa a este primer elemento de la presentación. Lo que viene a hacer la trascendencia, es mas bien, acomodarlo, articularlo, distribuirlo, según sus paramentos, pero nunca cambia nada de su determinación cualitativa intrínseca. Lo trascendente, en definitiva es como el habito en Hume; B es B, independientemente de que este después de A.
Lo que mas nos interesa es que así se habré la posibilidad de pensar un campo mas allá del objeto pero mas acá del sujeto de la determinación. Cuales sean las posibilidades ontologicas de este campo, ya es un problema que excede el que nos planteamos.

2 comentarios:

Esponjita dijo...

Tengo que leerlo con más calma (y que conste que con la cantidad de lo escrito y lo abstruso, el que haya podido sacar unas cuantas conclusiones preliminares, es que le atendí bastante). Decía, tengo que leerlo con más calma, pero intuyo que aquí hay una confusión: el yo trascendental, efectivamente, no es el cogito. El segundo es la experiencia que tenemos del yo, y permanece múltiple, pero el Yo trascendental, inexperimentable por nosotros, trasciende el ámbito de la experiencia y es garantía de la síntesis que nos permite pensarlo todo. Por eso, cuando dices que según Hume:
"La contracción del habito no es mas que la síntesis imaginaria de todos los casos repetidos en un sujeto que contempla. Resaltamos "en" porque este refiere, al carácter pasivo, a que la síntesis se hace dentro del sujeto pero no por el sujeto.
la pregunta que surge inmediatamente es: si la síntesis no proviene del sujeto pasivo, ¿de dónde proviene? ¿quién ejecuta la operación sintética dentro del sujeto? si el sujeto es meramente pasivo, la síntesis nunca se daría, pues las cadenas causales no son idénticas a los eventos que se dan dentro de ellas. El conocimiento de la cadena causal no proviene del hábito sino de otra operación distinta. Si el sujeto sólo padece las operaciones sintetizadoras ¿quién las ejecuta?. Ante este problema, la respuesta de Kant es: el Yo trascendental.
Si bien fue a partir de la crítica humeana al cógito que se disparó la postulación de la crítica, el empirismo mismo cojeaba al no poder dar cuenta del origen de la síntesis.
El lugar, aunque aparentemente es una pura pasividad, es una pasividad capaz de determinar y organizar, ¿de dónde le viene tal poder de operar?

Bueno, a ver si le entendí y a ver si no son muy ingenuas mis anotaciones...
Muy feliz año, y gracias por el mensaje que la grosera de yo ya ni le contesté. Lo que pasa es que estoy sufriendo mucho con Averroes y el asunto e la unidad del intelecto en el s. XIII (tema, por cierto, que apasiona a hegelianos y analíticos por igual, y del que un compatriota suyo, Carlos Bazán, es el más importante especialista)

Saludos en su veraniego inicio de año:
la sintética esponjita

Иосиф dijo...

Gracias por leer y comentar.
El yo trascendental, como principio de unidad, es justamente la determinación directa, y si su experimentación es imposible de modo directo, es posible en la reflexión. El punto es que si nos permite pensar, en todo caso es sobre una identidad montada, que se opera sobre la multiplicidad de la determinación que constituye la experiencia; y que, en todo caso no es valida de derecho, sino efectuada de hecho.
Respondiendo a la pregunta:
"Si el sujeto sólo padece las operaciones sintetizadoras ¿quién las ejecuta?."
La respuesta es, el tiempo. Es el tiempo puro, el que asegura las síntesis, porque al contraerlas, se funda a si mismo como presente. El tiempo es la figura de lo determinable, termino medio que incluye tanto la determinación como lo indeterminado. Los conserva en toda su diferencia esencial, sin oponerlos, o relacionarlos exteriormente, pues la determinación aquí, resulta ser el determinarse de lo indeterminado, y no la determinación de lo indeterminado. Por esto no es el yo trascendental, como elemento extrínseco que hace la determinación, no es natural, sino artificial.
El tiempo realiza la síntesis para fundar los elementos temporales. Y esto incluso vale más para Hume que para Kant, creo que el empirismo debe ser reivindicado y separado de los caracteres positivistas que luego se le dieron.

saludos y feliz año.